Apostar por la eficiencia energética en la industria es una decisión estratégica que impulsa el desarrollo sostenible y mejora el desempeño de las empresas en todos los niveles. Optimizar el uso de la energía no solo ayuda a reducir costos, sino que también fortalece el compromiso ambiental de las empresas, facilita el cumplimiento normativo y mejora la percepción del sector en los mercados internacionales. Principalmente frente a posibles clientes o aliados comerciales. En un entorno global cada vez más exigente con el desempeño ambiental de las cadenas de suministro, la eficiencia energética se presenta como un diferenciador clave para las empresas que buscan fortalecer su competitividad y posicionarse como líderes en sostenibilidad e innovación.
¿Por qué enfocarse en eficiencia energética?
La eficiencia energética consiste en aprovechar mejor los recursos energéticos utilizados en los procesos productivos, generando el mismo resultado con menos consumo. En la industria textil, la eficiencia está directamente relacionada con una mayor productividad, reducción de costos y menor impacto ambiental.
La industria textil no es la excepción. Si bien se viene trabajando con los ahorros tradicionales de energía como lo es la aplicación de motores más eficientes, generación eléctrica con paneles solares, tiempos de proceso más cortos y efectivos. Existe un recurso que debe considerarse prioritario, la tecnificación de la mano de obra y la profesionalización de la administración de los recursos para mejorar el consumo energético durante los procesos productivos.
Implementación: ¿por dónde empezar?
La eficiencia energética no requiere transformaciones drásticas desde el inicio. De hecho, muchas acciones pueden iniciarse con inversiones moderadas.

Estrategias de ahorro energético en la industria textil
En la industria textil, cada etapa del proceso de producción representa oportunidades clave para optimizar el consumo energético. La combinación de tecnología eficiente, mantenimiento preventivo, automatización y capacitación del personal puede generar impactos significativos tanto en la sostenibilidad como en la rentabilidad del sector.
Hilatura
El ahorro energético inicia desde la preparación del hilo. Algunas prácticas recomendadas incluyen:
- Clasificación adecuada de pacas de algodón.
- Regulación del fluido eléctrico para evitar variación en la regularidad del denier en el hilo sintético.
- Mantenimiento y limpieza adecuada de manuares.
- Control estadístico de la resistencia del hilo (% de irregularidades en la continuidad de la formación del hilo).
- Profesionalización del laboratorio de pruebas de calidad.
- Regulación del porcentaje de humedad en el empaque final.
Tejeduría (tejido de punto y tejido plano)
Esta etapa consume energía eléctrica de forma continua debido al funcionamiento de telares y máquinas circulares. Las acciones sugeridas son:
- Uso de motores de alta eficiencia (IE3 o IE4).
- Mantenimiento preventivo para reducir pérdidas por fricción o desgaste.
- Automatización de parámetros de velocidad y tensión en tiempo real.
- Control de tensiones manual o automatizado para mejorar eficiencia de producción.
- Controles de revoluciones por máquina y análisis estadístico para detectar áreas de mejora.
- Capacitación técnica para mejorar la capacidad de reacción de mecánicos especialistas, clave en la eficiencia operativa.
Tintorería, estampado y acabados
Estas fases requieren altos niveles de energía térmica y eléctrica. Las siguientes acciones permiten mejorar el desempeño energético:
- Aplicación de soluciones químicas para procesos de teñido que permitan reducir el consumo energético sin comprometer la calidad.
- Recuperación de calor mediante economizadores.
- Optimización del uso de calderas.
- Control preciso de temperatura y tiempos de teñido.
- Gestión eficiente del agua caliente.
- Consideración de la reología en estampado, que reduce el uso de pigmentos y químicos, mejora la calidad y disminuye la carga inorgánica en los efluentes.
- Entrenamiento técnico para evaluar correctamente la humedad en procesos de secado.
- Regulación técnica de insumos como suavizantes y acabados especiales para evitar desperdicios.
Lavado de prendas
El lavado puede representar un alto consumo si no se gestiona adecuadamente. Recomendaciones clave:
- Uso de sistemas de calefacción eficientes.
- Programas de lavado optimizados según la carga y el tipo de tejido.
- Implementación de equipos con bajo consumo de agua y energía.
Sublimación y serigrafía
Ambos procesos dependen del calor y, en el caso de la serigrafía, también de la iluminación y los equipos neumáticos. Para ahorrar energía:
- Usar hornos de curado con aislamiento térmico eficiente.
- Incorporar iluminación LED en áreas y mesas de trabajo.
Otras áreas con posibilidad de aporte al ahorro energético:
La logística de proceso, puede generar ahorros invaluables cuando se realiza de forma organizada, buscando mejorar las entregas al cliente final. Evitar reprocesos implementando sistemas como Kaizen, Lean Six Sigma, RFT (Right First Time) o cualquier otro sistema que evite repetir los trabajos en el proceso.
Procesos de apoyo y gestión
- La logística del proceso puede optimizarse para generar ahorros significativos si se gestiona con enfoque en entregas eficientes al cliente.
- Implementar metodologías de mejora continua como Kaizen, Lean Six Sigma o RFT (Right First Time) ayuda a reducir reprocesos que consumen energía adicional.
Oportunidades de ahorro energético en la industria
La eficiencia energética en la industria textil es un paso esencial hacia la sostenibilidad. No sólo contribuye a la reducción de costos y emisiones, sino también a la construcción de una industria más resiliente y competitiva.
Cada vez más empresas textiles y de confección están invirtiendo en sus propias instalaciones de energía renovable, como paneles solares, para proporcionar una parte o la totalidad de la energía que requieren. Esto no solo reduce su dependencia de los combustibles fósiles, sino que también disminuye sus emisiones de gases de efecto invernadero.
Otras medidas que pueden implementarse para mejorar la eficiencia energética son reemplazar motores estándar por modelos de alto rendimiento para reducir el consumo energético. En los procesos térmicos como teñido o secado, el aislamiento térmico y el uso de economizadores para recuperar calor pueden mejorar la eficiencia de las calderas.
Asimismo, actualizar sistemas tradicionales a LED puede significar ahorros de hasta un 60% en consumo eléctrico, además de mejorar la calidad de iluminación en las plantas.
Además de implementar estas acciones las empresas del sector de vestuario y textiles pueden instalar sistemas que permitan monitorear en tiempo real el consumo eléctrico, térmico o neumático ayuda a identificar oportunidades de mejora y tomar decisiones informadas.
En VESTEX, promovemos activamente una industria de vestuario y textiles eficiente, responsable y moderna. A través de programas de formación, difusión de buenas prácticas y alianzas con expertos, impulsamos la transformación energética del sector.
Nuestro compromiso es acompañar a las empresas en la adopción de soluciones adaptadas a sus procesos, asegurando no solo el cumplimiento con las normativas vigentes, sino también una mejora integral en su desempeño económico y ambiental.
La eficiencia energética no es un reto, sino una oportunidad. Una industria que gestiona mejor sus recursos energéticos es una industria más rentable, sostenible y preparada para el futuro.
Invertir en eficiencia energética es invertir en innovación, en cumplimiento, en reputación y en el fortalecimiento del sector. Desde VESTEX, celebramos cada paso hacia una producción más eficiente y reiteramos nuestro compromiso de seguir impulsando una transformación positiva en la industria guatemalteca de vestuario y textiles.